Para soportar la carga de la esquina de toda la manzana en dos vanos, Becerra usó la tecnología gótica con arcos ojivales; el arco de ingreso ojivado fue enmarcado con una sencilla moldura en forma de alfiz, bajo un frontón clásico renacentista que enmarca los escudos de los apellidos del matrimonio Chaves-Mendoza. El balcón está flanqueado por dos esbeltas columnas que a su vez soportan el frontón y dan al conjunto una sensación ascendente en contraposición a la pendiente de la calle Palomas. Becerra fusionó el gótico y el renacimiento.
Este balcón de esquina ha merecido el honor de compartir la moneda de 50 pesetas de 1993, conmemorativa de Extremadura, en el anverso, junto con el Puente Romano de Alcántara.